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Ese mismo día el paciente sufre una convulsión similar a las previas<SPLIT>.
En la analítica realizada presenta un magnesio de 0,76 mg<SPLIT>/<SPLIT>dl (<SPLIT>rn<SPLIT>: 2,40-5,40<SPLIT>) con un fósforo<SPLIT>, calcio<SPLIT>, potasio y sodio dentro de los valores de referencia<SPLIT>.
Se pauta una perfusión con altas dosis de sulfato de magnesio con la progresiva normalización de sus niveles en sangre<SPLIT>, siendo suficiente para el tratamiento de mantenimiento el aporte de lactato de magnesio en altas dosis por vía oral<SPLIT>, como tratamiento de mantenimiento<SPLIT>.
Tras estabilizar las cifras con aporte vía oral<SPLIT>, se le retira la medicación antiepiléptica<SPLIT>, no apareciendo más episodios de convulsiones<SPLIT>.
Varón de 24 años sin enfermedades concomitantes<SPLIT>.
Antecedentes andrológicos<SPLIT>: Descenso testicular al nacimiento<SPLIT>, no circuncidado<SPLIT>, aparición de caracteres sexuales secundarios normales a los 14 años<SPLIT>, espermarquia a los 14 años<SPLIT>, inicio de vida sexual a los 16 años<SPLIT>, dos parejas sexuales<SPLIT>, sin antecedentes de enfermedades de transmisión sexual<SPLIT>.
Erecciones matutinas 4/7<SPLIT>, sin problemas para la erección voluntaria<SPLIT>, libido conservada<SPLIT>, sin problemas eyaculatorios<SPLIT>.
Exploración física<SPLIT>: Fenotipo masculino sin fascies característica<SPLIT>, sin alteraciones cardiopulmonares<SPLIT>, mamas normales acorde con edad y sexo<SPLIT>.
Distribución de vello androide<SPLIT>, pene con prepucio retráctil<SPLIT>, meato central<SPLIT>, testículo izquierdo con volumen disminuido en comparación a testículo contralateral<SPLIT>, de consistencia disminuida y varicocele grado III<SPLIT>; testículo derecho de consistencia normal sin evidencia clínica de varicocele<SPLIT>.
Padecimiento actual<SPLIT>: infertilidad de 1 año y medio de evolución<SPLIT>, pareja femenina de 23 años<SPLIT>, con protocolo de estudio de fertilidad sin alteraciones<SPLIT>.
Laboratorio<SPLIT>: Biometría hemática<SPLIT>: hemoglobina 15,3 g<SPLIT>/<SPLIT>dl<SPLIT>, leucocitos 8,000 cél<SPLIT>/<SPLIT>µ<SPLIT>, TP 13,8 segundos<SPLIT>, TTP 28,9 segundos<SPLIT>.
Química sanguínea<SPLIT>: glucosa 80 mg<SPLIT>/<SPLIT>dl<SPLIT>, creatinina 0,96 mg<SPLIT>/<SPLIT>dl<SPLIT>, sodio 142 meq<SPLIT>/<SPLIT>L<SPLIT>, potasio 4,4 meq<SPLIT>/<SPLIT>L<SPLIT>, cloro 103 meq<SPLIT>/<SPLIT>L. Examen general de orina<SPLIT>: pH 6<SPLIT>, densidad 1,020<SPLIT>, leucocitos 2-4 por campo<SPLIT>.
Hormonas<SPLIT>: LH 5,2 (<SPLIT>0.8-7.6 mUI<SPLIT>/<SPLIT>ml<SPLIT>) FSH 12,2 (<SPLIT>0,7-11,1 mUI<SPLIT>/<SPLIT>ml<SPLIT>)<SPLIT>, oestradiol 12,4 (<SPLIT>0-56 pg<SPLIT>/<SPLIT>ml<SPLIT>) testosterona 588 ng<SPLIT>/<SPLIT>dl (<SPLIT>270-1734<SPLIT>)<SPLIT>.
Cultivos de orina y semen negativos<SPLIT>: Búsqueda de Chlamydia<SPLIT>, Micoplasma y Ureaplasma en secreción uretral negativos<SPLIT>.
Análisis de semen<SPLIT>: Aspecto normal<SPLIT>, licuefacción normal<SPLIT>, viscosidad normal<SPLIT>, volumen 3 ml<SPLIT>, pH 8,0<SPLIT>, concentración 3 millones<SPLIT>/<SPLIT>ml<SPLIT>, motilidad tipo d<SPLIT>=<SPLIT>100%<SPLIT>.
Morfología (<SPLIT>Kruger<SPLIT>)<SPLIT>: normales 0%<SPLIT>, cola anormal 28%<SPLIT>, amorfos 36%<SPLIT>, acintados 28%<SPLIT>, alfiler 7%<SPLIT>, duplicados 1%<SPLIT>.
Oligozoospermia<SPLIT>, astenozoospermia<SPLIT>, y teratozoospermia severa<SPLIT>.
Ultrasonido escrotal<SPLIT>: Testículo izquierdo de 4,68 cc con varicocele<SPLIT>, testículo derecho 10,92 cc<SPLIT>, ambos epidídimos normales<SPLIT>.
Cariotipo<SPLIT>: 46<SPLIT>,<SPLIT>XY<SPLIT>.
Microdeleciones cromosoma Y mediante técnica de reacción en cadena polimerasa múltiplex de STS cromosoma Y<SPLIT>: Múltiplex A<SPLIT>: ZFY<SPLIT>, SRY<SPLIT>, sY84 (<SPLIT>AZFa<SPLIT>) presentes<SPLIT>.
sY254 (<SPLIT>AZFc<SPLIT>)<SPLIT>, sY127 (<SPLIT>AZFb<SPLIT>) ausentes<SPLIT>.
Múltiplex B<SPLIT>: ZFY<SPLIT>, SRY<SPLIT>, sY86<SPLIT>(<SPLIT>AZFa<SPLIT>) presentes<SPLIT>.
sY134 (<SPLIT>AZFb<SPLIT>)<SPLIT>, sY255 (<SPLIT>AZFc<SPLIT>) ausentes<SPLIT>.
Los análisis se realizaron por triplicado y como referencia se tomaron controles positivos y negativos<SPLIT>.
Varón de 51 años con enfermedad de Crohn ileocólica de larga evolución<SPLIT>, con múltiples complicaciones por brotes y que precisó cirugía de resección intestinal quedando con una ileostomía terminal en 2009<SPLIT>.
Este año se inicia NPD mediante un dispositivo intravascular totalmente implantado<SPLIT>.
Se encontraba en tratamiento con Infliximab y corticoides<SPLIT>.
El año siguiente ingresa en varias ocasiones por síndrome febril asociado a dolor abdominal<SPLIT>, sin un foco evidente y considerándose el origen la propia enfermedad<SPLIT>.
En tales hospitalizaciones se aisló Staphylococcus epidermidis en varios hemocultivos<SPLIT>.
También se sustituyó el catéter por rotura<SPLIT>, retirándose solamente el reservorio y la porción proximal del catéter al encontrarse la porción distal fijada al tejido<SPLIT>, por lo que un fragmento quedó alojado en el interior de la vena cava superior<SPLIT>.
En febrero de 2011<SPLIT>, presenta un cuadro de similares características con fiebre de 11 días de evolución y dolor abdominal que evoluciona hacia shock séptico por lo que ingresa en UCI<SPLIT>.
Al realizar una radiografía de tórax se comprobó que el fragmento abandonado del catéter estaba situado desde la vena cava superior hasta el ventrículo derecho<SPLIT>.
El estudio se completó con un ecocardiograma que mostró vegetaciones sobre el catéter protuyendo desde la aurícula hacia el ventrículo<SPLIT>.
Con el diagnóstico de endocarditis sobre catéter se inició tratamiento antibiótico con Daptomicina y Rifampicina teniendo en cuenta los aislamientos previos de Staphylococcus epidermidis<SPLIT>, y se sometió a cirugía cardiaca para extraer ambos catéteres<SPLIT>.
Inicialmente el paciente desarrolló una disfunción multiorgánica sin control del cuadro séptico a pesar del tratamiento antibiótico<SPLIT>.
Se realizó un TC craneal y toraco-abdominal en busca de otros focos de infección con los siguientes hallazgos<SPLIT>: hemorragia subaracnoidea<SPLIT>, condensaciones parcheadas en pulmón derecho y varios infartos esplénicos<SPLIT>, todo compatible con émbolos sépticos múltiples<SPLIT>.
En la pieza quirúrgica hubo varios aislamientos<SPLIT>: Staphylococcus epidermidis en el catéter funcionante y crecimiento polimicrobiano en el catéter con la vegetación<SPLIT>.
En este caso se aislaron Staphylococcus epidermidis<SPLIT>, Ochrobactrum anthropi y un hongo identificado en el Centro Nacional de Microbiología de Majadahonda como Trichorderma longibrachiatum<SPLIT>.
Con estos resultados se modificó el tratamiento antibiótico quedando con Linezolid<SPLIT>, Imipenem y Caspofungina controlándose finalmente el cuadro séptico<SPLIT>.
El enfermo tuvo una evolución tórpida con necesidad de ventilación mecánica prolongada y traqueostomía<SPLIT>, neumonía asociada a ventilación mecánica por Acinetobacter baumannii y polineuropatía del paciente crítico<SPLIT>.
Tras una estancia en UCI de 45 días se resolvieron todos estos procesos y pudo ser trasladado a planta donde completó su recuperación<SPLIT>.
Se presenta el caso de un varón<SPLIT>, de 32 años (<SPLIT>78 kg<SPLIT>, 179 cm<SPLIT>)<SPLIT>, sin alergias medicamentosas<SPLIT>, con antecedentes de herniorrafia inguinal y sin ningún tratamiento<SPLIT>, militar<SPLIT>, que durante su jornada laboral sufrió un aplastamiento tras caída inesperada de una estructura metálica de aproximadamente 1.500 kg<SPLIT>.
Fue evacuado en ambulancia terrestre con capacidad de soporte vital avanzado hasta el Hospital Universitario Central de la Defensa "<SPLIT>Gómez Ulla<SPLIT>" sin pérdida de consciencia y con estabilidad tanto respiratoria como hemodinámica<SPLIT>.
En el Servicio de Urgencias se procedió a la valoración secundaria<SPLIT>, a la extracción de una muestra sanguínea (<SPLIT>destacó CPK 2.295 U<SPLIT>/<SPLIT>l y mioglobina 469 ng<SPLIT>/<SPLIT>ml con resto de parámetros de hemograma<SPLIT>, bioquímica y hemostasia dentro de la normalidad<SPLIT>)<SPLIT>, a la realización de radiografía de tórax compatible con contusión pulmonar leve sin fracturas costales de pelvis y TAC cervical y abdominopélvico en los que se evidenció fractura de la rama isquiopubiana izquierda sin desplazamiento<SPLIT>, diástasis de 10 mm en la porción superior de la articulación sacroiliaca derecha con pequeña avulsión ósea del borde iliaco superomedial<SPLIT>, y disminución del grosor de los espacios intersomáticos en L4-L5 y en L5-S1 acompañado de pequeña prominencia discal difusa en L4-L5<SPLIT>.
Siendo diagnosticado como policontusionado<SPLIT>, ingresó en la Unidad de Cuidados Intensivos con GCS de 15 puntos<SPLIT>, pupilas reactivas simétricas<SPLIT>, sin focalidad neurológica<SPLIT>, con buena dinámica respiratoria<SPLIT>, saturación de oxígeno dentro de la normalidad<SPLIT>, perfundido<SPLIT>, normotenso y normocárdico<SPLIT>, sin signos de irritación peritoneal y ausencia de hematuria macroscópica por lo que a las 24 horas se decidió su alta a sala de hospitalización<SPLIT>.
En planta hospitalaria el paciente evolucionó satisfactoriamente siendo reseñable la analítica sanguínea del sexto día de ingreso ya que apareció una elevación de enzimas hepáticas (<SPLIT>GOT 134 U<SPLIT>/<SPLIT>l<SPLIT>, GPT 91 U<SPLIT>/<SPLIT>l<SPLIT>, BT 1,2 mg<SPLIT>/<SPLIT>dl<SPLIT>, BD 0,5 mg<SPLIT>/<SPLIT>dl<SPLIT>) que fue diagnosticado por el Servicio de Gastroenterología de probable hepatopatía aguda tóxica sin fallo hepático no acompañado de hepatomegalia ni de ictericia<SPLIT>.
A los 15 días de sufrir el accidente y tras la mejora clínica y la recuperación de la normalidad en los valores analíticos<SPLIT>, el paciente fue dado de alta del hospital recomendando revisiones periódicas a cargo del Servicio de Traumatología<SPLIT>.
Durante su ingreso el enfermo presentó dolor de intensidad variable (<SPLIT>EVA 2/10<SPLIT>, 3/10<SPLIT>, 7/10 y 1/10 durante su estancia en Urgencias<SPLIT>, UCI<SPLIT>, Sala de Hospitalización y al alta<SPLIT>, respectivamente<SPLIT>)<SPLIT>, de características punzantes<SPLIT>, localizado en la región torácica derecha<SPLIT>, pelvis derecha y glútea<SPLIT>, no irradiado<SPLIT>, que se incrementaba con la sedestación y disminuía en decúbito supino sin provocar sintomatología vegetativa<SPLIT>.
Concilió el sueño de forma satisfactoria y durmió sin interrupción aproximadamente 8 horas al día<SPLIT>.
Presentó ligera distimia probablemente por no poder estar con su familia que vivía en Colombia<SPLIT>.
El tratamiento analgésico administrado durante la evacuación hasta el hospital fue<SPLIT>: fentanilo 100 µg<SPLIT>, en la UCI<SPLIT>: paracetamol 1 g<SPLIT>/<SPLIT>8 h i.v. y dexketoprofeno-trometamol 50 mg<SPLIT>/<SPLIT>8 h i.v.<SPLIT>, durante los 6 primeros días en sala de hospitalización<SPLIT>: paracetamol 1 g<SPLIT>/<SPLIT>8 h v.o. y dexketoprofeno-trometamol 50 mg<SPLIT>/<SPLIT>8 h v.o. y finalmente hasta el alta<SPLIT>: se administró dexketoprofeno-trometamol 50<SPLIT>mg<SPLIT>/<SPLIT>8 h v.o. y fentanilo 400 µg transmucoso 30 minutos antes de realizar cualquier movimiento potencialmente doloroso (<SPLIT>ducharse<SPLIT>, realización de radiografía en bipedestación<SPLIT>...<SPLIT>)<SPLIT>.
Varón de 38 años de edad<SPLIT>, sin antecedentes urológicos de interés<SPLIT>, que consultó por presentar una tumoración escrotal izquierda de siete meses de evolución<SPLIT>, de crecimiento lento<SPLIT>, progresivo e indolora<SPLIT>.
A la exploración física se apreció una masa blanda de unos 3 cm<SPLIT>, no dolorosa a la palpación ni adherida a estructuras adyacentes<SPLIT>, con transiluminación negativa y testículos normales<SPLIT>.
Con marcadores testiculares negativos<SPLIT>, se realizó una ecografía que fue informada como lesión paratesticular homogénea y de bordes regulares de unos 2 cm sospechosa de lipoma<SPLIT>.
Dadas las dudas diagnósticas se realizó una exploración quirúrgica en la que se apreció un lipoma de unos 2 x 1,5 cm en el cordón espermático<SPLIT>, de coloración amarillenta<SPLIT>, consistencia blanda y fácilmente resecable<SPLIT>.
Ante la sospecha de lipoma paratesticular<SPLIT>, se practicó una excisión inguinal izquierda de la masa<SPLIT>, separándola del cordón espermático<SPLIT>.
Posteriormente<SPLIT>, el estudio anatomopatológico evidenció la presencia de un LPS bien diferenciado del subtipo lipoma like<SPLIT>.
Se decidió no completar la cirugía con orquiectomía debido al pequeño tamaño del tumor y a su estadiaje de más bajo grado asociado a un buen pronóstico<SPLIT>.
Tras 26 meses del tratamiento quirúrgico el paciente se encuentra asintomático y sin evidencia de recidiva tumoral<SPLIT>.
Mujer ecuatoriana de 65 años<SPLIT>, sin antecedentes personales y familiares de interés<SPLIT>, que acude a la consulta externa de oftalmología por disminución indolora de la visión en el ojo derecho (<SPLIT>OD ) de 3 a 4 meses de evolución<SPLIT>.
La agudeza visual (<SPLIT>AV<SPLIT>) máxima en el OD era de 0,5 y en el ojo izquierdo (<SPLIT>OI<SPLIT>) de 1<SPLIT>.
La motilidad extrínseca e intrínseca fue normal<SPLIT>.
En el OD se apreció un edema de papila con algún exudado subretiniano<SPLIT>.
La TAC y RNM órbito-cerebral<SPLIT>, serología luética<SPLIT>, enzima convertidor de la angiotensina<SPLIT>, serología Lyme y la radiografía de tórax fueron negativas<SPLIT>.
El estudio sistémico por aparatos no era significativo<SPLIT>.
El mantoux (<SPLIT>PPD<SPLIT>)<SPLIT>, ya en las primeras 24 horas<SPLIT>, tenía una induración de 25 mm con zonas de necrosis dérmica<SPLIT>.
Se repitió la radiografía de tórax siendo igualmente negativa<SPLIT>.
En la punción de LCR la presión de salida fue de 16 cm H2O con bioquímica normal y cultivo negativo<SPLIT>.
Se realizó electroforesis del LCR no detectándose bandas oligoclonales<SPLIT>.
El urocultivo y el cultivo de esputo también fueron negativos para el crecimiento de mycobacterium tuberculosis<SPLIT>.
Ante la sospecha de tuberculosis ocular se realizó una prueba con 300 mg<SPLIT>/<SPLIT>día de isoniacida durante 3 semanas con mejoría subjetiva en la visión del OD aunque la visión máxima seguía siendo 0,5<SPLIT>.
Se trató con isoniacida 300 mg (<SPLIT>9 meses<SPLIT>) junto a rifampicina 600 mg (<SPLIT>9 meses<SPLIT>)<SPLIT>, pirazinamida 15 mg<SPLIT>/<SPLIT>kg (<SPLIT>2 meses<SPLIT>) y etambutol 15 mg<SPLIT>/<SPLIT>kg (<SPLIT>2 meses<SPLIT>)<SPLIT>.
Un año después de la primera consulta la agudeza visual del OD era de 0,9 y su exploración normal<SPLIT>.
Varón de 43 años<SPLIT>, fumador activo de unos 15 cigarrillos al día<SPLIT>.
Acudió a Urgencias por presentar dolor epigástrico continuo de comienzo brusco acompañado de náuseas y mareo<SPLIT>.
Hábito intestinal normal<SPLIT>.
Refiere episodios similares de menor intensidad que relaciona con la ingesta y que cedían con el ayuno<SPLIT>.
Astenia y anorexia moderada<SPLIT>, con pérdida de peso de unos 15 Kg en los tres últimos meses<SPLIT>.
A la exploración estaba afebril<SPLIT>, TA 80/40<SPLIT>, palidez cutáneo-mucosa y el abdomen era blando<SPLIT>, depresible<SPLIT>, sin defensa ni signos de irritación peritoneal<SPLIT>, aunque doloroso a la palpación en epigastrio con peristaltismo discretamente aumentado<SPLIT>.
En la analítica destacó un Ht° de 30% con una Hb de 11.1 g<SPLIT>/<SPLIT>dl siendo el resto normal<SPLIT>.
La radiografía de abdomen se informó como dilatación de asas yeyunales con niveles hidroaereos<SPLIT>.
La ecografía abdominal puso de manifiesto la presencia en el plano de corte sagital una imagen en "<SPLIT>pseudoriñón o sandwich<SPLIT>" y en el corte axial imagen en "<SPLIT>diana<SPLIT>, ojo de buey o donnuts<SPLIT>"<SPLIT>.
La capa interna era hiperecoica y la capa externa hipoecoica<SPLIT>, sospechoso de invaginación intestinal<SPLIT>.
Se decidió intervención quirúrgica y tras la inducción anestésica se palpó una masa abdominal localizada en mesogastrio lisa y móvil<SPLIT>.
Se realizó una laparotomía supraumbilical<SPLIT>, apreciandose una intususpección de un asa yeyunal que fue imposible de reducir<SPLIT>, por lo que se procedió a resección segmentaria de 30 cm de yeyuno conteniendo una tumoración de 4 x 4 x 2,5 cm que se informó como carcinoma anaplásico<SPLIT>, con fenotipo rabdoide que invadía toda la pared e infiltraba la capa subserosa<SPLIT>.
El estudio inmunohistoquímico mostró alta positividad para citoqueratinas AE-1<SPLIT>/<SPLIT>AE-3<SPLIT>, citoqueratina 7<SPLIT>, citoqueratinas 5/6/8/18 y vimentina<SPLIT>.
Fueron negativos la citoqueratina 20<SPLIT>, y los marcadores CD-30<SPLIT>, CD-31<SPLIT>, actina<SPLIT>, desmina<SPLIT>, CD-117<SPLIT>, MELAN-A<SPLIT>/<SPLIT>M arp-1 y TTF-1<SPLIT>, lo cual orientaba a un origen pulmonar<SPLIT>.
La TC torax confirmó la presencia de una masa hiliar derecha de unos 4 cm<SPLIT>, polilobulada y de contornos espiculados<SPLIT>, que englobaba el bronquio lobar superior aunque sin estenosarlo significativamente<SPLIT>.
Se realizó un broncoscopia que destacó un engrosamiento de la carina en su separación con el bronquio lobar superior derecho<SPLIT>, con tumoración endobronquial que impedía el paso del broncoscopio al segmento posterior<SPLIT>.
La biopsia confirmó el diagnóstico de un carcinoma indiferenciado con el mismo patrón inmunohistoquímico que la masa intestinal<SPLIT>.
El postoperatorio cursó sin complicaciones<SPLIT>, siendo dada de alta en buena situación clínica<SPLIT>.
Posteriormente fue tratado con carboplatino AUC 5 día 1<SPLIT>, y gemcitabina 1250 mg<SPLIT>/<SPLIT>m2<SPLIT>/<SPLIT>día dias 1 y 8<SPLIT>, cada 21 días<SPLIT>, con respuesta parcial tras el cuarto ciclo de quimioterapia<SPLIT>.
A los seis meses del diagnóstico ingreso por deterioro cognitivo progresivo secundario a múltiples metástasis cerebrales frontoparietales derechas<SPLIT>, falleciendo quince días después<SPLIT>.
Niño de siete años que acude a la consulta de Pediatría de Atención Primaria por presentar<SPLIT>, 30 minutos antes y mientras caminaba<SPLIT>, una sensación de palpitaciones de inicio brusco<SPLIT>, sin dolor torácico o disnea acompañante<SPLIT>.
No había realizado ejercicio previamente<SPLIT>.
Sin antecedentes personales de cardiopatía<SPLIT>, ni antecedentes familiares de enfermedades cardiacas o muerte súbita<SPLIT>.
A su llegada al centro de salud<SPLIT>, el paciente se encuentra consciente y orientado<SPLIT>, sin signos de dificultad respiratoria<SPLIT>.
La auscultación cardiaca muestra tonos rítmicos a 170-180 latidos por minuto (<SPLIT>lpm<SPLIT>)<SPLIT>, sin soplos<SPLIT>.
Los pulsos periféricos son rítmicos y simétricos<SPLIT>.
Buen relleno capilar<SPLIT>.