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2.12k
Paciente varón de 73 años<SPLIT>, fumador de 55 paquetes de cigarrillos al año<SPLIT>, sin alergias medicamentosas conocidas y sin tratamiento previo alguno<SPLIT>.
Ingresó por un síndrome coronario agudo con elevación del segmento ST (<SPLIT>SCACEST<SPLIT>)<SPLIT>, complicado a las 72 horas con angina postinfarto<SPLIT>.
Se le realizó un estudio hemodinámico que reveló una obstrucción del 90% de la arteria coronaria derecha (<SPLIT>CD<SPLIT>)<SPLIT>, del 70% en descendente anterior (<SPLIT>DA<SPLIT>)<SPLIT>, del 90% en la primera diagonal<SPLIT>, del 70% en la bisectriz y del 70% en la circunfleja (<SPLIT>CX<SPLIT>)<SPLIT>.
En el cateterismo se observó una fracción de eyección del 75% con una presión telediastólica ventricular izquierda normal<SPLIT>.
En sesión médico-quirúrgica se aceptó al paciente para cirugía<SPLIT>, instaurándose tratamiento con carvedilol<SPLIT>, captopril<SPLIT>, amlodipino<SPLIT>, simvastatina y ácido acetilsalicílico<SPLIT>.
A los 30 días<SPLIT>, se realizó una revascularización miocárdica programada mediante injertos de vena safena a CD y a diagonal y de arteria mamaria a DA<SPLIT>, durante el procedimiento se empleó un tiempo de CEC de 112 minutos<SPLIT>, un tiempo de isquemia de 76 minutos y se alcanzó una hipotermia de 29<SPLIT>º C. Se indujo la anestesia con etomidato y cisatracurio y se mantuvo con midazolam (<SPLIT>5-7,5 mg<SPLIT>/<SPLIT>hora<SPLIT>)<SPLIT>, cisatracurio (<SPLIT>2,5-5 mg<SPLIT>/<SPLIT>hora<SPLIT>)<SPLIT>, y remifentanilo (<SPLIT>0,01-0,02 µg<SPLIT>.
kg-1<SPLIT>.
min-1<SPLIT>)<SPLIT>.
Se utilizó derivación cardiopulmonar habitual con flujo pulsátil<SPLIT>.
La actividad de la heparina fue antagonizada con protamina<SPLIT>.
La salida de bomba fue normal<SPLIT>, y no hubo incidencias intraoperatorias<SPLIT>.
A su ingreso en la Unidad de Cuidados Intensivos<SPLIT>, mostró los siguientes parámetros hemodinámicos<SPLIT>: tensión arterial media (<SPLIT>TAM<SPLIT>) de 77 mmHg<SPLIT>, con perfusión de dobutamina a 4,5 µg<SPLIT>.
kg-1<SPLIT>.
min-1<SPLIT>, frecuencia cardíaca de 80 l<SPLIT>/<SPLIT>min<SPLIT>, presión de arteria pulmonar de 31/20 mmHg<SPLIT>, PVC de 18 mmHg y PCP de 16 mmHg<SPLIT>.
El gasto cardíaco (<SPLIT>GC<SPLIT>) era 6,8 l<SPLIT>/<SPLIT>min<SPLIT>, con un índice (<SPLIT>IC<SPLIT>) de 3,35 l<SPLIT>/<SPLIT>min<SPLIT>/<SPLIT>m2<SPLIT>.
En apenas 2 horas de evolución<SPLIT>, el paciente presentó deterioro hemodinámico<SPLIT>, con hipotensión marcada pese a añadir perfusión de noradrenalina a 0,4 µg<SPLIT>.
kg-1<SPLIT>.
min-1<SPLIT>.
y aumentar la dosis de dobutamina hasta 8 µg<SPLIT>.
kg-1.min-1<SPLIT>.
Mantuvo la diuresis<SPLIT>, permaneció afebril y bien adaptado a ventilación máxima<SPLIT>.
Los drenajes mediastínicos fueron de escasa cuantía<SPLIT>.
La radiología simple de tórax no mostró imágenes de condensación parenquimatosa<SPLIT>, el catéter Swan-Ganz estaba en posición correcta y no presentó cambios en el electrocardiograma (<SPLIT>ECG<SPLIT>)<SPLIT>.
Se administraron 2.200 cc entre cristaloides y coloides en una hora<SPLIT>, es decir<SPLIT>, unos 30 ml<SPLIT>/<SPLIT>kg (<SPLIT>peso<SPLIT>: 70 kg<SPLIT>) y se incrementó la perfusión de noradrenalina por encima de 0,5 µg<SPLIT>.
kg-1<SPLIT>.
min-1<SPLIT>, sin apreciarse respuesta alguna<SPLIT>.
La perfusión de dobutamina se mantuvo a las mismas dosis<SPLIT>.
La sedación se realizó con bajas dosis de midazolam<SPLIT>.
Un control ecocardiográfico descartó otras complicaciones<SPLIT>.
La temperatura central era 35<SPLIT>º C y no se produjo un recalentamiento precoz<SPLIT>, con arreglo a la pauta habitual<SPLIT>.
Ante la presencia de datos compatibles con vasoplejía postoperatoria refractaria al tratamiento<SPLIT>, se decidió utilizar azul de metileno<SPLIT>.
No obstante se extrajeron hemocultivos que resultaron negativos<SPLIT>.
Además de solicitar los consentimientos correspondientes<SPLIT>, se informó a los familiares del uso de esta medicación<SPLIT>.
Los parámetros hemodinámicos medidos con el catéter de arteria pulmonar antes y en varios momentos tras la infusión del azul de metileno se expresan en la tabla 1<SPLIT>.
Se apreció una respuesta hemodinámica espectacular a la hora de la infusión<SPLIT>, que se mantuvo en el tiempo<SPLIT>.
Permitió la retirada de noradrenalina<SPLIT>, normalizándose la TAM y aumentando las resistencias vasculares sistémica (<SPLIT>RVS<SPLIT>) y pulmonar (<SPLIT>RVP<SPLIT>)<SPLIT>.
No se registraron cambios en la gasometría arterial<SPLIT>.
El azul de metileno se administró en dosis de 2 mg<SPLIT>/<SPLIT>kg diluidos en 250 cc de suero glucosado al 5%<SPLIT>, a pasar en 60 minutos<SPLIT>.
No observamos ningún efecto adverso de interés<SPLIT>, salvo la tinción de la orina<SPLIT>.
No hubo fracaso renal<SPLIT>, manteniendo valores normales de urea y creatinina y diuresis conservada<SPLIT>.
Los niveles de hemoglobina no presentaron cambios y no presentó alteraciones en la coagulación ni fallo hepático<SPLIT>.
El nivel de metahemoglobinemia no se determinó<SPLIT>, si bien este efecto adverso<SPLIT>, como los demás<SPLIT>, están descritos con el uso de dosis muy superiores a las que empleamos en nuestro caso<SPLIT>.
Tras la estabilización del paciente fue extubado a las 24 horas de su ingreso<SPLIT>, prolongándose el alta de forma preventiva hasta las 72 horas<SPLIT>, sin que surgieran nuevas complicaciones<SPLIT>.
El alta hospitalaria se produjo 11 días más tarde y no se observaron complicaciones tardías<SPLIT>.
Mujer de 79 años sin antecedentes de interés que consultó por diarrea y síndrome general de un año de evolución<SPLIT>.
En la exploración física destacaba una masa palpable en fosa iliaca derecha que se confirmó en la radiografía simple de abdomen<SPLIT>.
Se realizó una tomografía computarizada abdominal revelando la presencia de una gran masa hepática con crecimiento exofítico hacia fosa iliaca derecha sugestiva de hepatocarcinoma<SPLIT>.
El páncreas<SPLIT>, bazo<SPLIT>, riñones<SPLIT>, útero y ovarios eran normales<SPLIT>.
Las serologías de virus hepatotropos fueron negativas y los niveles séricos de alfafetoproteína se encontraban dentro de la normalidad<SPLIT>.
Tras una punción-aspiración con aguja fina de la lesión se obtuvo material cuyo estudio histológico demostró un hepatocarcinoma bien diferenciado<SPLIT>.
Descartada la resección quirúrgica por el tamaño tumoral y sospecha de invasión vascular se inició tratamiento con quimioembolización con buenos resultados<SPLIT>.
En el momento actual<SPLIT>, tras seis meses de seguimiento<SPLIT>, la paciente se encuentra asintomática<SPLIT>.
Mujer de 46 años de edad<SPLIT>, con antecedente de endometriosis ovárica<SPLIT>, a quien se practicó una histerectomía abdominal con doble anexectomía por endometriosis 45 días antes de acudir a consulta<SPLIT>, remitida por su ginecólogo por presentar desde el postoperatorio inmediato dolor continuo en región iliaca y sacra derecha que mejoraba con antiinflamatorios y por objetivarse en una ecografía abdominal una discreta ectasia renal<SPLIT>.
A la exploración la paciente presenta dolor y defensa a la palpación profunda de fosa lumbar derecha y dolorimiento a la percusión y palpación de fosa lumbar izquierda<SPLIT>, sugestivo de patología retroperitoneal<SPLIT>.
Se realiza urografía intravenosa (<SPLIT>UIV<SPLIT>) y Tomografía computerizada (<SPLIT>TAC<SPLIT>) simultáneos<SPLIT>, observándose riñón derecho funcionante con retraso en la captación y eliminación de contraste y borramiento de la línea de psoas derecho<SPLIT>.
En la TAC se objetiva imagen lobulada de contenido líquido y con aparente extravasación de contraste<SPLIT>, estando el uréter incluido en dicha formación<SPLIT>.
Con el diagnóstico de urinoma por ligadura o sección del uréter derecho y tras estudio preoperatorio se realiza<SPLIT>, vía iliaca<SPLIT>, ureterolisis y exéresis del urinoma<SPLIT>, con anastomosis termino-terminal del uréter tras refrescamiento de los bordes y liberación de ambos extremos<SPLIT>.
Se deja catéter doble J tutorizando el uréter que se retira al mes de la cirugía<SPLIT>.
La evolución de la paciente ha sido favorable sin complicaciones en el postoperatorio<SPLIT>.
En el control al año de la intervención se objetiva buena función renal con normalidad de la vía urinaria en UIV<SPLIT>.
Se trata de una paciente de sexo femenino de 66 años de edad<SPLIT>, quién presentó súbitamente parálisis de la mitad derecha de su cara comprometiendo los músculos de la expresión facial del recorrido del VII par craneal o nervio facial<SPLIT>.
.
La paciente consultó rápidamente y se realizó un diagnóstico de parálisis facial derecha de Bell<SPLIT>, encontrándose además una lesión de tipo ulcerativa<SPLIT>, redondeada de más o menos 5 mm de diámetro localizada en el lado izquierdo de la lengua en el borde lateral<SPLIT>, la cual manifestó que apareció 2 días antes de presentarse la parálisis<SPLIT>, asociado a dolor leve en la lengua<SPLIT>.
Inmediatamente se le formuló prednisolona<SPLIT>, aciclovir y gotas oculares de lágrima artificial y se ordenó iniciar terapia miofuncional de los músculos de la expresión facial para estimular el VII par craneal comprometido y se tomó un cultivo y biopsia de la lesión del lado derecho descartándose el diagnóstico de herpes y confirmando un diagnóstico clínico de afta lingual<SPLIT>.
Aproximadamente a los 15 días comenzó a recuperar paulatinamente los movimientos faciales perdidos hasta terminar con una recuperación completa de la función del nervio facial a los 30 días<SPLIT>.
Varón de 38 años de edad<SPLIT>, sin antecedentes de interés<SPLIT>, que acudió a la consulta de urología solicitando la realización de una vasectomía<SPLIT>.
La exploración física reveló un sujeto normoconstituido<SPLIT>, con pene<SPLIT>, testes y epidídimos de tamaño y consistencia normales<SPLIT>.
Se palpaba claramente el conducto deferente derecho<SPLIT>.
No ocurría así con conducto deferente izquierdo que no se lograba palpar dentro del cordón espermático<SPLIT>.
El tacto rectal resultó anodino<SPLIT>.
Ante la sospecha de agenesia del conducto deferente se realizó una ecografía transrectal en la que no se visualizó la vesícula seminal izquierda<SPLIT>.
Una UIV reveló la ausencia completa del riñón izquierdo<SPLIT>.
Posteriormente<SPLIT>, una RNM confirmó la ausencia de la vesícula seminal<SPLIT>, del conducto deferente y del uréter izquierdos<SPLIT>.
El paciente fue programado para vasectomía que se realizó sin incidencias en el lado derecho<SPLIT>.
Los seminogramas de control realizados a los tres meses de la intervención revelaron una azoospermia completa confirmando la sospecha clínica de agenesia deferencial asociada a agenesia renal y de la vesícula seminal homolateral<SPLIT>.
Se aconsejó a los familiares de primer grado del paciente (<SPLIT>dos hijos<SPLIT>, hermano varón y sendos hijos de éste<SPLIT>) la realización de un estudio ecográfico<SPLIT>, ante la potencial transmisión con carácter autosómico dominante de la agenesia renal<SPLIT>, constatándose la presencia de ambos riñones en todos ellos<SPLIT>.
El test del sudor en el paciente fue asimismo negativo<SPLIT>.
Mujer<SPLIT>, diagnosticada de HTA a los 14 años<SPLIT>, cuando fue admitida por primera vez en un hospital pediátrico<SPLIT>, con presión arterial (<SPLIT>PA<SPLIT>) de 210/120<SPLIT>mmHg<SPLIT>, cefaleas e hipopotasemia<SPLIT>.
Con la sospecha de HTA secundaria<SPLIT>, se le realizaron diversos estudios<SPLIT>.
La ecografía renal<SPLIT>, el ecocardiograma y el cateterismo de aorta y arterias renales no evidenciaron alteraciones<SPLIT>.
Los dosajes de actividad de renina plasmática (<SPLIT>ARP<SPLIT>) y aldosterona plasmática (<SPLIT>AP<SPLIT>) resultaron elevados en dos ocasiones<SPLIT>.
Los niveles de ácido vanilmandélico en orina y los de TSH<SPLIT>, T4 libre y T3 plasmáticos resultaron normales<SPLIT>.
Recibió el alta hospitalaria medicada con inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina y bloqueante cálcico<SPLIT>, pero no regresó a control<SPLIT>.
A los 19 años de edad<SPLIT>, consultó en otro nosocomio por HTA y cursando embarazo de ocho semanas<SPLIT>, por lo cual fue hospitalizada en terapia intensiva<SPLIT>.
Se determinó buena salud fetal<SPLIT>, PA 200/110<SPLIT>mmHg e hipopotasemia<SPLIT>, iniciándose tratamiento con clonidina y alfa metil dopa<SPLIT>.
En ecografía renal se evidenció en polo inferior de riñón izquierdo formación nodular regular de 45<SPLIT>mm de diámetro<SPLIT>, ecográficamente compatible con angiomiolipoma<SPLIT>.
Los niveles de ARP y AP estaban elevados<SPLIT>.
Continuó en tratamiento ambulatorio con labetalol y nifedipina<SPLIT>.
A las 19 semanas de gestación fue admitida por guardia<SPLIT>, con diagnóstico de aborto retenido<SPLIT>, realizándose legrado uterino<SPLIT>.
Cuatro días después solicitó alta voluntaria<SPLIT>, no regresando a control<SPLIT>.
Dos años más tarde<SPLIT>, estando medicada con enalapril<SPLIT>, losartán y amlodipina<SPLIT>, ingresa a la guardia de nuestro hospital consultando por cefalea occipital y debilidad muscular de varios días de evolución<SPLIT>.
Se constata PA de 220/140<SPLIT>mmHg<SPLIT>.
En sus estudios iniciales se detectó hipokalemia de 2<SPLIT>mEq<SPLIT>/<SPLIT>l<SPLIT>, creatinina plásmatica de 0,6<SPLIT>mg<SPLIT>/<SPLIT>dl y urea plasmática de 25<SPLIT>mg<SPLIT>/<SPLIT>dl<SPLIT>.
La ecografía renal evidenció una imagen nodular sólida<SPLIT>, corroborada por tomografía computarizada abdominal contrastada<SPLIT>, donde se observó una voluminosa formación ocupante de espacio<SPLIT>, sólida<SPLIT>, en sector interpolar y polo inferior del riñón izquierdo de 65<SPLIT>mm de diámetro<SPLIT>, hipovascularizada<SPLIT>.
El Doppler de arterias renales y el ecocardiograma no mostraron alteraciones<SPLIT>.
Ante el diagnóstico presuntivo de HTA secundaria a tumor renal<SPLIT>, por los niveles elevados de renina<SPLIT>, y habiéndose descartado otras causas secundarias de HTA en estudios anteriores<SPLIT>, se decide realizar nefrectomía del riñón afectado<SPLIT>, previamente controlada la PA con el agregado de espironolactona en dosis de 100<SPLIT>mg<SPLIT>/<SPLIT>día a su medicación habitual<SPLIT>.
El examen patológico reveló un tumor encapsulado de 5,5x4,5<SPLIT>cm<SPLIT>, de aspecto hemorrágico<SPLIT>, con áreas fibrosas de color blanquecino<SPLIT>.
Microscópicamente la lesión tumoral se encontró constituida por células de mediano tamaño<SPLIT>, con núcleos medianos<SPLIT>, vesiculosos<SPLIT>, con cromatina irregular<SPLIT>, algunas con nucléolo inconspicuo y citoplasma eosinófilo<SPLIT>, otras con citoplasma claro<SPLIT>, dispuestas en un patrón difuso con extensa hemorragia y leve infiltrado inflamatorio mononuclear<SPLIT>, sin invasión de la cápsula renal<SPLIT>.
No se encontró atipia celular<SPLIT>, mitosis<SPLIT>, ni necrosis<SPLIT>.
Las células tumorales fueron positivas para vimentina y mostraron una positividad fuerte y difusa para CD34<SPLIT>.