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NUESTRAS VOCES,
NUESTRA HISTORIA,
NUESTRA RESISTENCIA Trabajo de Acompañamiento Psicosocial
con Víctimas del Genocidio Perpetrado
Contra la Unión Patriótica Bogotá, 2009 © Derechos reservados - Corporación Reiniciar Diseño y diagramación: Corporación Reiniciar
Fotografía de portada: Taller psicosocial Corporación Reiniciar [email protected] • www.reiniciar.org • Tel.: (571) 2848653
Calle 19 No. 3-10 Of. 1102
Personería Jurídica Nº 80010965 • NIT 830061646-1
Bogotá, Colombia - Impreso en Colombia Agradecimientos A todas aquellas personas que con sus palabras, sus sonrisas, sus tristezas pero también sus esperanzas y vitalidad,
han aportado a la importante tarea de reavivar nuestra
memoria, fortaleciendo nuestra amistad y nuestro firme
deseo de alcanzar justicia. A cada una de ellas y de ellos,
presentes de cuerpo y especialmente de espíritu, agradecemos el aliento que han ofrecido para continuar, para
crear un espacio de encuentro y compartir una mirada
más cercana hacia el futuro y hacia la realidad. INDICE DE CONTENIDOS Introducción Entendiendo juntos el acompañamiento psicosocial. Recogiendo la experiencia de acompañamiento psicosocial
de la Corporación REINICIAR Nuestras voces, nuestra historia, nuestra resistencia 7 9 23 40 INTRODUCCIÓN No conocer la historia excluye de la historia a las víctimas
y pone esa ignorancia al servicio de los victimarios. Alberto Aguirre La Corporación REINICIAR, dentro de su proceso de apoyo
a la exigibilidad de los derechos de las víctimas de la Unión
Patriótica, ha emprendido diversas iniciativas en beneficio
de ellas, de la reivindicación de la vida y la recuperación de
la memoria. Dentro de dichas iniciativas se encuentra el Acompañamiento Psicosocial, proceso emprendido hace ya varios
años, con el compromiso de otras organizaciones e instituciones sociales como el Ministerio de Interior y de Justicia, la
Corporación AVRE y la Fundación Dos Mundos. El presente documento es el resultado del primer año de trabajo del equipo psicosocial de REINICIAR, que trabajó conjuntamente con gran cantidad de personas afectadas, en
especial mujeres madres, esposas, compañeras permanentes, hijas e hijos de víctimas; ya que son ellas y ellos quienes
generalmente han tenido el reto de reconstruir la vida, de
volver a tejer lazos, de volver a abrir caminos, enfrentando
la realidad y sorteando las dificultades. Las voces y las historias de las víctimas de la Unión Patriótica
necesitan y tienen el derecho de contar con un lugar en la
sociedad; deben ser conocidas y reconocidas por Colombia y por el mundo entero; con el fin de dibujar un rostro a la verdad y recoger un homenaje a la memoria de esos
hombres y mujeres con ideales democráticos de cambio;
con la esperanza de aportar a que los hechos tan crueles
e inhumanos que lamentablemente rodearon la historia del
movimiento político Unión Patriótica no se sigan repitiendo. De este modo, la presente cartilla tiene el propósito de recoger con una perspectiva psicosocial algunas de las voces de las víctimas, sus familiares y amigos, quienes pese al
sufrimiento causado por años de violencia se han atrevido
a hablar, a romper ese penoso silencio y a compartir sus tragedias, sus opiniones y sus logros, sus aprendizajes y fortalezas, mostrando que por encima del estruendoso ruido de la
balas se encuentra la armónica melodía de la vida. Por supuesto lo anterior no excluye la continuación del trabajo emprendido junto con otros y otras que también han
jugando un papel esencial en esta historia. Así mismo, pretendemos hacer visible el camino recorrido
por la Corporación REINICIAR en su trabajo de acompañamiento psicosocial a las víctimas, con el ánimo de facilitar
una mayor comprensión del proceso del que han hecho
parte, ofreciendo también algunos elementos conceptuales básicos que dan razón de “qué es”, “para qué” y “por
qué” el acompañamiento psicosocial. ENTENDIENDO JUNTOS
EL ACOMPAÑAMIENTO
PSICOSOCIAL A continuación presentaremos algunos elementos conceptuales para comprender lo que signifi ca el acompañamiento psicosocial y a la vez contar a las víctimas, familiares, amigos y amigas y a la sociedad en general, sobre la brújula de
trabajo que ha orientado al equipo psicosocial de la Corporación REINICIAR en el transcurso de este camino. La violencia como drama social La historia de la humanidad ha estado marcada por diversos hechos que han ocasionado situaciones de crisis. Estas
crisis pueden presentarse a causa de factores naturales
(como lo son los terremotos, los incendios, las inundaciones
y muchos otros tipos de desastres naturales), pero también
pueden darse por la acción directa de los seres humanos,
por ejemplo en situaciones de guerra y violencia. Aunque en ambos casos existen consecuencias difíciles, ya
que cambian nuestra vida, parecen acabar con nuestros
sueños y en muchas ocasiones, se llevan a nuestros seres
queridos; es importante tener en cuenta que las crisis desencadenadas por otros seres humanos tienen efectos y consecuencias profundas para las personas afectadas, así como
para las posibilidades de desarrollo de las sociedades en las
que suceden estos acontecimientos. El no reconocer a los otros como iguales; el no asumir que todos
y todas tenemos los mismos derechos sin importar nuestra raza, 9 condición socio-económica, nuestra inclinación o participación política; la negación de la vida, la libertad y la dignidad;
la intencionalidad de hacer daño por parte de un ser humano
a otro, resulta incomprensible, quebrantando todos los valores
fundamentales para llevar una vida en comunidad. De esta forma, el daño que causa la violencia deja serios
impactos y transformaciones en todas las dimensiones que
constituyen al ser humano, dentro de las que se encuentran
los aspectos físicos, sociales, políticos, culturales, económicos, psicológicos y espirituales. Bajo estas condiciones existe gran variedad de “lentes” para
ver y comprender nuestra manera de actuar en la realidad,
donde lo psicosocial constituye una mirada especial que no
podríamos dejar de lado. ¿Qué es el acompañamiento psicosocial? Lo particular de estos “lentes” psicosociales es que permiten
observar de qué manera nuestras acciones, pensamientos y
sentimientos están unidos a las condiciones sociales que nos
rodean, asumiendo que la sociedad hace a las personas
y a la vez las personas hacen a la sociedad, no pudiendo
entender lo uno sin lo otro. Construye INDIVIDUO SOCIEDAD Construye 10 En este sentido, una perspectiva psicosocial busca entender
a las personas en la relación que ellas tienen con su ambiente y cómo afecta el ambiente sus formas de pensar, de
sentir y de actuar. Ahora bien, en aquellos lugares y personas que han sentido
la violencia de manera prolongada y sistemática ¿Cuáles
son los sentimientos que se albergan? ¿Qué es lo que ha generado esos sentimientos? ¿Cuáles son las historias, los pensamientos y los hechos que intentan explicar esa realidad?
¿Cómo ha reaccionado la sociedad ante tales acontecimientos? ¿Cómo han hecho frente todas estas personas a
una realidad tan dolorosa? Estas preguntas nos llevan a comprender porqué es importante contar con una mirada psicosocial de la realidad. Estas preguntas nos llevan a mirar más allá de los listados y
estadísticas sobre violencia, intentando escuchar una voz
que refl eje los rostros y los sueños afectados. Bajo esta perspectiva, se entiende lo psicológico como algo
en esencia colectivo, donde se hace necesario tomar en
cuenta el contexto y la historia de las personas y las comunidades para poderlas entender y acompañar. De esta forma, el acompañamiento psicosocial promueve
el desarrollo de herramientas para continuar con la vida;
para exigir una vida digna; para construir alternativas que
alivien el malestar emocional causado por la violencia. Así mismo, el acompañamiento psicosocial se propone el
fortalecimiento de redes sociales, con el fi n de favorecer
acciones organizativas, jurídicas y políticas, que tengan
como horizonte la reivindicación de los derechos vulnerados y la posible transformación de la sociedad en un escenario democrático. 11 Para fi nalizar, la perspectiva psicosocial busca aportar elementos para el desarrollo integral del ser humano, rescatando sus particularidades, su contexto e historia. Pero para que
el reconocimiento de la integralidad del ser humano sea
una realidad, se requiere de una serie de condiciones1 que
a muchos les han sido negadas, por lo que es importante
continuar emprendiendo acciones que posibiliten lograrlas. ® Fotografía por Pablo Serrano ¿Y qué nos puede decir una mirada psicosocial
sobre la historia de la Unión Patriótica? Hablar de la historia de Colombia es hablar generalmente
de guerras, violencia y confl ictos interminables; es hablar de
“buenos y malos” o es hablar de cómo se ha ido “desarrollando” un país con base en los intereses de unos pocos. Siendo este el drama al que muchos de nuestros coterráneos se les ha llevado a vivir, poco a poco se ha venido
confi gurando una realidad en la que hablar de la historia
de Colombia es hablar de una historia de inequidad social e
intolerancia política. 1 Condiciones que garanticen los derechos de acceso y posibilidad de uso digno de servicios
de salud, educación, alimentación, trabajo, vivienda, entre otros. 12 Pero a la vez es importante señalar que han existido numerosas y valiosas iniciativas, que por medio de vías democráticas y no violentas le han hecho frente a estas situaciones,
mostrando esa otra cara de nuestra historia donde la resistencia y la lucha social por la vida y la dignidad también han
tenido un papel fundamental en la construcción de país. Así, una de las iniciativas más importantes en ese sentido
fue la ocurrida en la década de los 80’s, con la creación
del movimiento político Unión Patriótica como alternativa
política, que reunía personas de todos los sectores sociales,
ex-combatientes de las FARC-EP y de diversos partidos políticos, que se unieron con el fi n de emprender acciones que
tendieran a encontrar la equidad y el desarrollo de los sectores mas desfavorecidos. A través del tiempo, mientras la Unión Patriótica iba siendo
rápidamente exterminada, a su vez comenzaba a contar
con un apoyo generalizado de amplios sectores sociales,
que veían representada en ella la esperanza de alcanzar la
paz y materializar el ideal democrático. r i i a
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o t o F ® 13 Fueron muchos los crímenes que se cometieron, los homicidios, las desapariciones forzadas, las masacres, las torturas,
el desplazamiento forzado, las amenazas, los allanamientos,
las detenciones arbitrarias y las persecuciones, que se convirtieron en el pan de cada día para cientos de lideres y
liderezas, para miles de familias a lo largo y ancho de todo
el país. Esta situación, enmarcada por la constante y sistemática
violación a los derechos humanos y a las libertades políticas,
compromete directamente al Estado, ya sea por acción directa o por faltar a su deber de garantizar que todos y todas
podamos disfrutar de los derechos que tenemos como seres
humanos, lo cual ocasiona un daño mayor, sembrando desesperanza, impotencia e impunidad. De esta forma, el genocidio perpetrado contra la Unión Patriótica, como crimen de lesa humanidad, deja una triste
huella imborrable en la memoria de miles de familias, de comunidades y en el país entero. Los impactos y los daños que
ha ocasionado este crimen no solo afectan la participación
política, la convivencia ciudadana, los lazos sociales, los valores culturales, sino que también se ve comprometida cada
persona en su individualidad. Es este el tamaño del reto que tiene el Estado y sociedad en
general para reconstruir los proyectos de vida truncados y
encontrar el camino a la verdad, la justicia y la reparación
integral. De parte de las víctimas, es de resaltar que muchas aún
frente al dolor y el miedo, han construido alternativas para
superar la crisis emocional, relacional, económica y política
que esta situación les ha dejado. Incluso es de resaltar que
además lo han hecho en medio de un contexto social y político que generalmente les excluye y les estigmatiza, intentado abandonarlas al silencio. 14 Efectivamente, las víctimas sobrevivientes de la UP y sus familiares han guardado silencio durante años como forma de
protección, aún cundo a la vez esto ha difi cultado que sus
historias sean reconocidas y que cuenten con la oportunidad de desahogar tanta tristeza. En este sentido, el riesgo en todo caso es que la sociedad
vaya relegando al olvido una experiencia de la cual debería aprender, para asegurar que situaciones tan difíciles no
vuelvan a ocurrir afectando a otras personas solamente por
el hecho de perseguir sus sueños. Teniendo en cuenta lo anterior, el acompañamiento psicosocial a las víctimas y familiares del genocidio contra la UP
es esencial, ya que ellas sienten la necesidad de relatar sus
experiencias, comunicar sus emociones y sentimientos, buscando un reconocimiento y una validación social de su particular experiencia del dolor. Además se hace necesario emprender y apoyar acciones
que tiendan a la reivindicación de los derechos vulnerados,
a la reconstrucción de las redes sociales y de participación
política, así como al rescate de la memoria histórica; ya que
no solo es necesario hablar de lo ocurrido con la Unión Patriótica y sus miembros por el bienestar emocional de las víctimas y familiares, sino que además ese recordar y narrar es
un derecho de importancia social, para impedir que estos
hechos de barbarie y crueldad sigan ocurriendo contra un
grupo o individuo. ¿Dónde está la “enfermedad”? La constitución política nos dice que Colombia es un Estado
social y de derecho, lo que signifi ca que este es un país regido por unas normas donde se reconoce que todos y todas
somos iguales ante esa ley y que tenemos los mismos derechos y deberes. 15 Además, como se trata de un Estado social, con esta misma constitución se buscaría que los intereses de las mayorías
sean favorecidos sobre los de las minorías, benefi ciando a
las colectividades primero que a personas individuales. Más aún, se dice que Colombia es un Estado democrático,
es decir que todos y todas tenemos el derecho a elegir a
nuestros gobernantes y así mismo a ser elegidos para gobernar, con las garantías necesarias para ello. Todo esto nos debería favorecer a todos y todas por igual
para desarrollarnos como seres humanos dignos, libres e
iguales, sin embargo la realidad es otra muy diferente; en
ocasiones nada de lo anteriormente dicho tiene cumplimiento, y una expresión clara de la negación de esto es la
violencia política de la cual fue víctima la UP. La violencia política
la podemos entender como
todos
aquellos hechos que atentan contra la vida, la integridad
y la libertad personal y colectiva, producidos por el abuso
de autoridad de agentes del Estado debido a motivaciones
políticas. De esta forma, la violencia política representa un acontecimiento traumático para las personas y para la sociedad,
debido entre otras cosas a: • • • • La constante vulneración a los derechos fundamentales.
Las pocas garantías para el ejercicio pleno de
los mismos.
Los cambios en los valores de la cultura, por
ejemplo,
la pérdida del valor sagrado de
la
vida.
Las formas en que se ven afectadas las relaciones entre las personas. 16 Bajo estas condiciones se va presentando un ambiente generalizado de miedo, desconfi anza e impotencia que afecta a todas las personas relacionadas con el hecho violento y
que por lo tanto termina por infl uir en la manera como cada
uno y cada una ve el mundo, como piensa, como actúa y
como siente. De esta manera, estos cambios en cada una de las víctimas
de la violencia socio-política son reacciones normales de
los seres humanos ante cambios abruptos y violentos que se
presentan en su alrededor. También es importante tener presente que cada cambio y
cada reacción es única y específi ca para cada persona,
pues no todos reaccionamos de la misma manera ante los
momentos de crisis, dependiendo de la historia de vida de
cada quien, del tipo de hecho violento, de las redes sociales que tengamos, de las condiciones socio-económicas
con las que contamos, de las herramientas psicológicas de
afrontamiento a la crisis, entre otros factores. En todo caso, las nuevas formas de pensar, sentir y actuar
que desarrollamos ante situaciones de violencia cumplen
varias funciones, algunas nos
protegen en cierta medida,
pero también otras de ellas
van
deteriorando
nuestra
salud física, emocional y social. Un ejemplo de esto es
el miedo, en un principio nos
pueden proteger, ya que nos
mantiene alerta para la acción; pero también si este se convierte en algo diario y generalizado nos puede impedir el
sano desarrollo de nuestra vida y el de nuestras familias (el
miedo se convierte en terror). 17 De esta forma, se comprende la importancia de entender
las expresiones de malestar emocional que presentan las
víctimas del genocidio contra la Unión Patriótica, dentro del
entorno social y político y dentro de las historias de las víctimas. De lo contrario podría haber una comprensión equivocada que podría hacer más daño y causar mayores afectaciones de las ya existentes. Anteriormente, las reacciones de las personas en contextos
de guerra y violencia sistemática eran entendidas como
“enfermedades” y por lo tanto los tratamientos psicológicos
se enfocaban en “curar” a las personas individualmente,
dejando de lado su entorno social y político. Pero ahora, gracias al desarrollo de una mirada psicosocial
más compleja para comprender la realidad, varias organizaciones sociales que intervienen en contextos de violencia
reconocen que las causas del malestar no deberían tratarse
“dentro” de las personas exclusivamente, sino que es necesario emprender y apoyar acciones para transformar los contextos e historias que agreden y mantienen el daño causado. En conclusión,
lo extraño
no es sentir miedo, rabia,
dolor,
tristeza,
frustración,
ni desesperanza; lo extraño
es vivir en un medio donde
la vida humana parece no
tener ningún valor, donde la intolerancia política
acabó con miles de sueños
y expresiones solidaridad y
responsabilidad;
donde
el
interés de unos pocos
acabó con
la posibilidad
de desarrollo de muchos;
donde los encargados de ® Fotografía talleres Reiniciar 18 cuidarnos y garantizar el cumplimiento de nuestros derechos tienen responsabilidad en la tragedia ocurrida contra
la Unión Patriótica. El acompañamiento psicosocial es diferente a
la terapia psicológica En la actualidad, la Corporación REINICIAR adelanta un proceso de acompañamiento psicosocial con las víctimas del
genocidio contra la Unión Patriótica. En el marco de las diversas actividades llevadas a cabo, se
han manifestado en varias oportunidades preguntas, dudas y confusiones de las víctimas entorno a: ¿Qué se puede
esperar de este proceso de acompañamiento psicosocial?,
¿Asistir a
las actividades psicosociales
implica estar mal
mentalmente o aceptar que tengo difi cultades psicológicas?, ¿Solicitar un acompañamiento individual o familiar es
aceptar que no puedo con mis difi cultades? Frente a estos y a muchos otros
interrogantes de las personas
a quienes acompañamos, es
indispensable para el equipo
psicosocial de la Corporación
REINICIAR brindar algunas respuestas. Hasta este momento
se ha
comentado
la
importancia
de contar con un acompañamiento para
las víctimas del
exterminio contra la UP, y de
qué forma se comprende
la
afectación de
las personas,
pero ¿Qué se puede esperar de este proceso? ¿Qué objetivos tiene? 19 20 Las respuestas a estas preguntas tienen la fi nalidad de invitar a todas y todos los afectados por la violencia contra
la UP a participar en los procesos que desarrolla la Corporación REINICIAR en varios niveles2, para continuar construyendo proyectos, reconociendo la voz del silencio, dando
forma a nuestros sueños y justicia a nuestra historia. De este modo, así suene simple, el acompañamiento psicosocial busca acompañar, es decir: “Estar al lado de…”. La violencia perpetrada contra la Unión Patriótica fue dejando una huella de soledad en las personas, familias y comunidades, de modo que este acompañamiento busca reunir a
las víctimas y tejer de nuevo lazos de compañía, fraternidad,
apoyo y amistad. De este modo por medio de
De este modo por medio de
una escucha activa, del apoyo
una escucha activa, del apoyo
humano y la presencia comhumano y la presencia comprometida, se busca brindar
prometida, se busca brindar
un sostén y el fortalecimiento
un sostén y el fortalecimiento
de las personas ante el sufride las personas ante el sufrimiento y el dolor causados.
miento y el dolor causados.
Para realizar este trabajo se
Para realizar este trabajo se
hace necesario reconocer
hace necesario reconocer
las diferentes dimensiones
las diferentes dimensiones
del ser humano, es decir
del ser humano, es decir
sus espacios
sus espacios
individuales
individuales
y colectivos, de modo
y colectivos, de modo
que el acompañamiento busca abordar de alguna forma cada uno
de estos. 2 Estos niveles hacen referencia a los distintos procesos que ha emprendido la REINICIAR para
acompañar a las víctimas , como la participación en las Coordinaciones Regionales de víctimas y familiares del genocidio contra la UP, los talleres de formación, la galería de Memoria
Viva, los grupos de teatro, los talleres psicosociales, etc. E n l a p
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. i n d e l u o s t im a A la vez se busca la generación de espacios de dialogo que
permitan la expresión de sentimientos y emociones, desarrollando herramientas para mejorar su manejo, ubicando la
relación que tienen con las historias y contextos de violencia
en los que ha transcurrido el genocidio. También, estas actividades tienen la fi nalidad de prevenir
que las respuestas emocionales normales de las personas
ante estos hechos de violencia no continúen por caminos
que generen aún mayores difi cultades y afectaciones, buscando así evitar el desarrollo de trastornos mentales que terminen deteriorando más el entorno familiar y social de las
víctimas y su propia salud. Así mismo, el acompañamiento psicosocial en el nivel social
intenta favorecer la reconstrucción de las redes personales
y sociales, apoyar la organización de las víctimas para evitar
la revictimización e impulsar el trabajo conjunto en el proceso de exigencia por la verdad, justicia y reparación integral
para todos y todas las afectadas. Hasta el momento
se hace evidente
que el proceso de
acompañamiento
psicosocial es necesario para que
los
procesos
de
reivindicación
de
derechos
sean
integrales y adquieran
fortaleza.
Sin
embargo
se debe
reconocer que este
tipo de acompañamiento por
si mismo no es sufi ciente 21 para restablecer los daños graves3 que una persona ha sufrido en su dimensión psicológica. Para avanzar hacia ello, como parte de las medidas de reparación que deben ser exigidas y a las que tienen derecho
las víctimas, es necesario adelantar procesos de rehabilitación, mediante tratamientos adecuados para el mejoramiento de la salud física y mental de las personas afectadas
gravemente. Es dentro de este marco se hablaría de una terapia psicológica, la cual tiene el objetivo esencial de aliviar el sufrimiento
psíquico, ya que se caracteriza por ser de un mayor alcance
y profundidad. Esta requiere de tratamientos más especializados y específi cos, con técnicas psicológicas y formas de
trabajo distintas a las desarrolladas en el acompañamiento
psicosocial. La terapia psicológica generalmente se centra en una sola
persona y si es pertinente en su familia. Pero los procesos
psicosociales más amplios, con más personas, no están contemplados dentro de la terapia, aún cuando son fundamentales, tal y como ya se ha mencionado. 3 Los daños graves hacen referencia al impedimento para restablecer el proyecto de vida; difi cultades para relacionarse de modo adecuado con su entorno; y un constante sufrimiento
psíquico. 22 RECOGIENDO LA EXPERIENCIA
DE ACOMPAÑAMIENTO
PSICOSOCIAL DE LA
CORPORACIÓN REINICIAR En cualquier experiencia mirar hacia atrás y ver de nuevo el
camino recorrido permite darnos cuenta de lo que hemos
vivido, reconocer los aprendizajes de las acciones pasadas,
hacer visibles los aciertos y tomar medidas para prevenir los
desaciertos. Desde esta perspectiva, presentamos de modo corto las
principales acciones que ha desarrollado la Corporación
REINICIAR en el tema de acompañamiento psicosocial, con
el fi n de reconocer el trabajo mancomunado que se ha tejido a lo largo de varios años, para continuar desde allí construyendo y avanzando. ¿Qué se ha hecho y qué estamos haciendo a
nivel psicosocial? Son ya casi seis años en los que la Corporación REINICIAR ha
venido motivando procesos de atención psicosocial con las
víctimas sobrevivientes del genocidio realizado contra la UP,
a través de diferentes actividades, buscando la reconstrucción de nuestro tejido social, de nuestras historias, sueños y
esperanzas, haciendo frente a los sentimientos de temor y
desconfi anza que nos habrían sembrado aquellos actos de
violencia que vulneraron nuestra dignidad. 23 Desde el principio, ante la necesidad de recuperar la historia de los hechos sufridos para encaminar el proceso de
documentación y demanda jurídica ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la Corporación
REINICIAR ha sido sensible al reconocer que cada experiencia, cada testimonio, está construido en buena parte desde
intenso dolor, que debe ser abordado cuidadosamente a la
hora de consultar a las víctimas. En efecto, aún cuando el objetivo de REINICIAR ha sido reconstruir la memoria de nuestros seres queridos recordándolos vivos, como mujeres y hombres excepcionales, nada
lograríamos si negáramos u ocultáramos nuestro natural sufrimiento, ante unas situaciones de injusticia que son muestras de una sociedad que no ha logrado comprometerse
con el respeto a los derechos humanos. Ante esta realidad, la Corporación REINICIAR ha promovido la atención a los efectos psicosociales del genocidio, a
través de diferentes proyectos que contribuyen a la mejoría
emocional de los y las sobrevivientes, avivando sus capacidades de expresión y empoderamiento, generando vías
abiertas para su participación organizada en el proceso de
demanda y exigencia de derechos. A continuación presentamos un recuento de los principales
proyectos adelantados por la corporación en materia de
atención psicosocial, con el propósito de dar a conocer lo
que se ha hecho y lo que se está haciendo en este campo: Atención psicosocial en la búsqueda de una
mejoría emocional El primer acercamiento de la Corporación REINICIAR hacia
la búsqueda de una mejoría emocional de las víctimas se
realizó durante el año 2001, cuando contrató con la Corporación AVRE un espacio de atención psicológica y psi- 24 quiátrica especializada, para la consulta individual de las
personas afectadas. Este espacio fue valorado de muy buena forma por las
víctimas-sobrevivientes, dado que se trató de un programa
de atención profesional, en confi dencialidad y con una organización reconocida en los servicios de salud mental. Sin
embargo, ante un número tan grande de víctimas, y ante
la necesidad de restablecer nuestro tejido social como víctimas de un genocidio político, pronto se procuró planear
otra estrategia de acompañamiento colectivo. Es así como desde el año 2004 hasta el año 2006, REINICIAR
convocó la participación de la Fundación Dos Mundos para
realizar una serie de talleres psicosociales y consultas terapéuticas, con el ánimo de generar un acompañamiento más
amplio que además se encontrara integrado a los procesos
de exigibilidad y promoción de los derechos de las víctimas. Con esta perspectiva la corporación logra articular el tema
de
la
salud mental
en un proceso coordinado con
las demás modalidades de
atención que ofrece
a las personas vulneradas, asociando los
procesos jurídicos, de
documentación e incidencia, con los de
atención psicosocial, formación en derechos humanos, Reconstrucción de la memoria y organización social. Durante el periodo de trabajo con la Fundación Dos Mundos
se realizó un acompañamiento psicosocial directo con más 25 de 400 personas, en las regiones de Cundinamarca-Bogotá,
Santander, Magdalena Medio, Meta, Tolima, Caquetá, Huila, Guaviare, Valle de Cauca, Eje Cafetero y Antioquia, logrando un acercamiento inicial con algunas de las víctimas
del caso y sus propios contextos. En este proceso fue posible reconocer y poner en común
aquellas experiencias que soportábamos en soledad, permitiendo que afl orara la verdad que por mucho tiempo había permanecido en la oscuridad y el silencio: La verdad
de las historias de las víctimas sobrevivientes del genocidio
perpetrado contra la UP. A través de diversos talleres y conversatorios terapéuticos se
inició la posibilidad de acompañar a varias de las personas
vulneradas, proporcionando herramientas para la expresión
y comprensión de aquellas emociones que como el miedo,
la tristeza, la rabia o la impotencia, frecuentemente creíamos que éramos los únicos/as en padecer, desconociendo
en ocasiones la magnitud del impacto que sufrió la Unión
Patriótica en todo el país. De esta manera, el reconocimiento de las propias emociones jugó
un papel central en estos talleres,
donde a través de la palabra, los
testimonios y la lúdica, fue posible
compartir aquellos
sentimientos
que teníamos encerrados, y sobre todo comprender con claridad de conciencia que sentir
todas estas emociones es apenas algo natural, una vez se ha
atravesado por una situación
tan complicada como la vivida por las víctimas sobrevivientes del genocidio. - o
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s l 26 La consigna visible en este tipo de encuentros que han privilegiado el re-conocimiento sobre nuestro propio estado
emocional es la siguiente: Esta refl exión nos permite reconciliarnos con nuestro propio ser, pues nosotros no somos “culpables” por no haber
logrado frenar a tiempo toda esta tragedia, ni tampoco estamos “enfermos” por el hecho de sufrir ante una realidad
tan dolorosa. Al contrario, debemos reconocer y denunciar
que la responsabilidad se encuentra en una situación social
injusta, que en el caso del genocidio contra la UP consistió
en la ejecución de planes sistemáticos de exterminio contra
los/las militantes de este movimiento político, sus familiares
y simpatizantes, de mano de los grupos paramilitares con
aquiescencia del estado. Ahora bien, además del desahogo logrado a través de todas estas actividades, el silencio y ocultamiento en el que
vive la mayor parte de las víctimas fue transformado en expresión y denuncia, al menos en los espacios generados
por la atención psicosocial. Como recuerda una de nuestras
compañeras del taller del Huila, quien resiste la desaparición
forzada de su esposo: “ l A
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s ” . 27 Adicionalmente, la posibilidad de comenzar a reconstruir
el tejido social fracturado por los hechos de violencia, fue
otro más de los grandes aportes que dejaron estos valiosos
encuentros, organizados para la refl exión, la recreación, el
disfrute y el reencuentro. “Después de vivir la soledad por el desplazamiento forzado, allí [en los talleres psicosociales] se pudo volver
a hacer amigos” (Mujer Medellín). De esta manera, el espacio de acompañamiento psicosocial se convirtió en un lugar donde las historias de cada
uno/a fueron acogidas y valoradas, facilitando la expresión
de sentimientos de difícil manejo, permitiendo a las personas
afectadas “llevar el dolor de una manera menos traumática y
tener la facilidad de hablar de lo ocurrido de un modo
más calmado” (Mujer Florencia). Como se ve, el camino recorrido con el acompañamiento
psicosocial ha sido un camino de base sensible y frágil, de
paso lento pero seguro, donde la mejoría emocional ha requerido de mucho esfuerzo y motivación de espíritu. La conversación y comprensión de lo que hemos vivido ha
facilitado reconstruir unos nuevos sentidos, unos nuevos horizontes, que nos permiten descansar la vista y contemplar el
camino que deseamos recorrer. Pero, obviamente, sabemos que la tarea no concluye aquí.
Entre las enseñanzas que nos deja la experiencia con la
Fundación Dos Mundos, es importante reconocer que no
es sencillo conversar sobre las experiencias que nos hacen
daño, mucho menos cuando se trata de los efectos que ha
dejado en nosotros/as la violencia sistemática ejercida contra la UP, pues aún encontramos un ambiente social hostil 28 en el que persisten dudas y señalamientos con respecto a lo
que hemos vivido. En este contexto, no es de extrañar que buena parte de las
víctimas sobrevivientes continúen encerrándose en sus propios cuerpos, comprimiendo su dolor y su angustia, con la
ilusión de que nadie, ojalá ni ellas/ellos mismas, se enteren
de su propio malestar. Sin embargo, no es posible escapar de nosotros mismos, y
antes que desfallecer es necesario volver a habitar el alma
y nuestros propios corazones. Esta ha sido la claridad que ha impulsado otro importante proyecto motivado desde la Corporación REINICIAR: La
conformación de grupos de teatro. El teatro y otros artes:
expresión de vida y
resistencia A la par con las actividades
de
acompañamiento
psicosocial que realizaba Dos
Mundos, la Corporación REINICIAR desde el año 2004
ha impulsado otro proyecto
donde el eje de trabajo ha sido el fortalecimiento emocional, para desarrollar nuestras habilidades de expresión y recuperar nuestro cuerpo como herramienta de goce y crecimiento personal, a través de la expresión artística. Con la participación en los talleres de teatro -comenta uno
de sus directores- las personas se reafi rman en sus propios
cuerpos, sus voces se templan y su ilusión de alcanzar justicia
se fortalece y se consolida. 29 El arte, al convertir las historias de lo trágico silenciado en memoria viva de la sociedad, no solo alivia a quien lo hace sino
que también nos permite comprender lo que sucedió, aspirar
a la justicia y luchar por ella, comunicando esos hechos terribles y desconocidos por gran parte de la sociedad. A través de la danza, el canto y el teatro, las mismas víctimas sobrevivientes del genocidio cuentan y presentan lo
que han vivido, elaborando estéticamente su memoria del
horror. Aún cuando buena parte de las personas afectadas, antes
de hacer parte del trabajo teatral mencionan que “no son
artistas”, que “no tienen las habilidades”, que “no pueden
o no saben hacerlo”, lo que ha mostrado la experiencia es
que poco a poco, con el apoyo del grupo, las personas se
descubren y se reafi rmar en sí mismas, exploran nuevas capacidades y se conocen más afondo, logrando vencer ciertos temores y vergüenzas. Como dice una de las integrantes del grupo de teatro de
Como dice una de las integrantes del grupo de teatro de
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u m 30 ® Fotografía talleres Reiniciar “uno ve cómo la gente va cambiando; algunos llegaban al principio como muy tímidos o desconfi ados,
con miedo, y luego como que se van soltando y van
sacando las cosas que tenían por allá guardadas”. Adicionalmente, a través de la presentación pública, los
grupos de teatro contribuyen a la sensibilización de una sociedad que desconoce, o conoce de manera distorsionada, lo que ha ocurrido con nosotros mismos/as, con nuestros
familiares y con todo el movimiento de la Unión Patriótica. Aquí encontramos un espacio para contar y expresar nuestras historias, recobrar el poder de nuestra voz y comenzar a
hacer visibles las experiencias de las cuales somos protagonistas. En realidad, en ningún momento estamos haciendo
una re-presentación, lo cierto es que estamos presentando
al público lo que efectivamente hemos vivido. A partir de esta experiencia los y las participantes dan cuenta de cómo el teatro podría jugar un papel central en la rei- 31 vindicación de sus derechos, en especial en la reparación,
ya que este trabajo brinda posibilidades de mejoría emocional actuando sobre el daño psicológico; favorece acciones
de denuncia, de reconstrucción de la memoria y visibilidad
de los hechos en espacios sociales; potencia el crecimiento personal mediante la formación y desarrollo de distintas
habilidades artísticas. También puede contribuir a reparar
daños psicosociales mediante el acercamiento y restablecimiento de lazos sociales y redes de apoyo; rompe el silencio
y el aislamiento; fomentando así la integración social. Durante el tiempo que lleva este proyecto se han llegado a
conformar tres grupos de teatro con las Coordinaciones de
Cundinamarca-Bogotá, Tolima, Medellín y Urabá de Antioquia. Actualmente, el grupo de teatro Generaciones, en la
ciudad de Bogotá, está conformado por personas de distintas edades, en su mayoría mujeres, quienes han llegado a
hacer del trabajo con el arte un proyecto de vida. De manera semejante, el grupo La esperanza de un pueblo, en
la ciudad de Medellín, ha llevado al escenario teatral sus
testimonios de vida, permeando con historias de resistencia
sus creaciones artísticas. Según expresan los y las integrantes de los distintos grupos, a
través de esta experiencia se han venido dando pasos hacia la consecución de los siguientes objetivos, entre otros: • Preservar la memoria y reivindicarnos.
• Formarnos para multiplicar el trabajo.
• Valorar el arte como mecanismo de reparación.
• Recuperar la memoria y hacer una denuncia
pública.
Expresar y liberar sentimientos de difícil manejo.
• Contribuir a la consecución de una vida digna.
• Construir colectivamente procesos organizados
desde las víctimas. 32 Junto con esto se logra conformar un nuevo sentido al rededor de las experiencias y los impactos emocionales, permitiendo interpretar y asumir el recuerdo de una manera más
saludable. Una de las mujeres víctimas del genocidio contra
la Unión Patriótica lo expresa así: “nuestro sufrimiento lo hemos vivido como si fuera un
piano; al principio tenemos que cargar con él como
un gran peso que llevamos a nuestra espalda; luego se reconoce que ese peso está ahí y que ahí va
a continuar, y nos encontramos con ese piano cada
vez que pasamos por la sala de nuestra casa, así no lo
queramos ver; pero con el tiempo ese peso se vuelve
fuente de vida, y comenzamos a usar nuestro dolor
para crear, como si decidiéramos tomar ese piano y
en vez de considerarlo un estorbo comenzáramos a
utilizarlo para expresar nuestra melodía”. Para la realización de todo este trabajo, los y las participantes de los grupos de teatro han recurrido a una serie
de herramientas como la música, el vídeo, la fotografía, la
escenografía, el vestuario, la danza, entre otros, logrando
combinar todos estos elementos con el fi n de expresar hechos, sentimientos y situaciones que no han sido posibles de
expresar por otros medios. “Más allá de aspirar a una reparación económica -comentan varias de las mujeres del grupo teatral de Medellín- lo que nos interesa es que se sepa la verdad y
que se logre justicia”. Cabe mencionar que así como el acompañamiento psicosocial realizado a través de talleres y consultas terapéuticas
ha estado articulado a los procesos de documentación y
reconstrucción de redes sociales, el trabajo de los grupos
de teatro se ha venido articulando a distintos procesos de
sensibilización cultural y recuperación de la memoria histó- 33 rica de lo que hemos vivido. En este sentido, consideramos
importante reconocer el trabajo de los grupos de teatro en
relación con el proyecto Memoria Viva, especialmente por
su acompañamiento a la presentación de la galería de la
memoria realizada por la Corporación REINICIAR, así como
por su participación en documentales, conmemoraciones y
manifestaciones públicas. Mejoría emocional, participación y exigencia Como se ha mostrado anteriormente, el trabajo de acompañamiento psicosocial ha sido un componente de gran
importancia en la labor que adelanta REINICIAR con las víctimas y familiares sobrevivientes del genocidio perpetrado
contra la UP; en tanto ha promovido la mejoría emocional
de las víctimas, la reconstrucción del tejido social, la reconstrucción de la memoria histórica y la divulgación de nuestra
verdad. Sin embargo, sabemos con claridad que continúa siendo
indispensable adelantar este trabajo a una escala mayor y
con mayor profundidad, pues por un lado lo realizado hasta
el momento es apenas un trabajo inicial, y por otro, el camino por la exigibilidad de los derechos de las víctimas ha sido
un camino extenso y agotador que pone a prueba nuestra
resistencia tanto física como mental. Con esta conciencia, en el año 2008 la Corporación REINICIAR ha convocado a un equipo de profesionales para
conformar un área de acompañamiento psicosocial, que
funcione al interior mismo de nuestra organización, apoyando las distintas iniciativas que promovemos en favor de las
víctimas. En este sentido, podemos afi rmar que el trabajo psicosocial
no hace parte de un proyecto paralelo o independiente
ofrecido por la corporación, sino que se encuentra integra- 3434 do fuertemente a las estrategias de trabajo jurídico, formativo, cultural y documental que adelantamos de la mano con
las víctimas. Ahora bien, en esta ocasión queremos resaltar la manera
como hemos venido integrando nuestra perspectiva psicosocial al trabajo que venimos realizando
desde hace más de quince años, pues más allá de introducir una estrategia de acompañamiento “nueva”, nuestra
propuesta ha consistido en reconocer tanto el camino recorrido por la Corporación REINICIAR como los esfuerzos y
capacidades de las víctimas para continuar resistiendo.  En primer lugar, para comenzar a pensarnos una estrategia de acompañamiento psicosocial, decidimos elaborar
un trabajo diagnóstico4 junto con víctimas sobrevivientes
del genocidio contra la UP, residentes en diez regiones
del país, quienes ya tenían algún conocimiento sobre el
tema, pues hicieron parte del trabajo adelantado por
la Fundación Dos Mundos entre los años 2004 y 2006, así
como también nos reunimos con quienes hacen parte de
los Grupos de Teatro. Efectivamente, a principios de 2008 visitamos Huila, Caquetá, Magdalena Medio, Santander, Antioquia, Meta,
Tolima, Valle del Cauca, Eje Cafetero y Bogotá-Cundinamarca, donde estuvimos conversando con aproximadamente 140 de las víctimas, quienes nos comentaron sobre
la experiencia de acompañamiento psicosocial realizado en años anteriores, y formularon propuestas a partir
del análisis de las características y necesidades de cada
región. 4 Sobre este trabajo la Corporación REINICIAR elaboró un Informe Diagnóstico de Acompañamiento Psicosocial, el cual fue socializado con las coordinaciones regionales de víctimas y
familiares de la UP enunciadas. 3535 De esta manera, desde el principio hemos considerado
que la participación de las victimas sobrevivientes es un
componente fundamental a la hora de planear una estrategia de acompañamiento psicosocial, pues son ellas
mismas quienes han vivido los impactos de la violencia
socio-política que se practica en Colombia, y son ellas
mismas a quienes interesa verse benefi ciadas con el desarrollo de las propuestas.  En segundo lugar, nuestro nuevo equipo psicosocial ha
venido liderando la realización de talleres en distintos
sectores del país, con los objetivos centrales de identifi car los daños psicosociales sufridos a causa del genocidio, promoviendo a la vez la participación de las víctimas
para la elaboración de propuestas y la recopilación de
imaginarios de exigencia de reparación psicosocial, teniendo en cuenta la particularidad de la experiencia de
los hijos e hijas, mujeres madres y esposas (o compañeras
permanentes), y otros rasgos específi cos de las víctimas
afectadas en cada región. Desde esta perspectiva, siendo conscientes de que el
proceso de exigencia de nuestros derechos es una tarea
ardua en la que debemos persistir, desde la realización de
estos talleres REINICIAR ha promovido el fortalecimiento
de nuestro tejido social y la participación de las víctimas,
en la defi nición de los parámetros con los cuales ellas mismas consideran que los impactos psicosociales podrían
ser reivindicados desde una perspectiva integral. De esta manera, gracias a la importante colaboración
de la Coordinación Nacional de Víctimas y Familiares del
Genocidio Perpetrado Contra la Unión Patriótica, durante los años 2008 y 2009 hemos venido consolidando un
perfi l de afectación psicosocial y una serie de propuestas
para la reparación de estos daños, como forma de fortalecer y aportar elementos a los procesos de exigibilidad 36 de los derechos a la verdad, la justicia y la reparación
integral. En este sentido, en lo que insistimos es en que “nosotros con una reparación no exigimos solamente que nos reparen económicamente, también se exige que nos reparen psicológicamente,
socialmente y laboralmente (…) que nosotros no
exigimos solamente que nos den cierta cantidad
de plata, sino que se sepa que nosotros también
sentimos dolor”. Una vez perdimos a nuestros seres queridos “de lo que se trata todo esto es de
que ellos recuperen su dignidad y de que nosotros
como familiares también la recuperemos” (Grupo
de hijos e hijas del departamento del Meta).  En tercer lugar, el proceso de acompañamiento
psicosocial que se ha venido realizando desde el
año 2008, ha dedicado
buena parte de sus esfuerzos a la atención de
víctimas en consultas psicoterapéuticas de
tipo
individual y familiar. Desde
esta
alternativa
de atención, más de medio centenar de personas
han encontrado una voz
de aliento sincero y una
escucha respetuosa que
ha
procurado
cultivar
tranquilidad, en los espíritus de aquellas personas r i i a
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o t o F ® 37 que por su interés de superación, han buscado orientación y alivio para continuar enfrentando sus vidas. Ahora bien, conocemos de sobra la necesidad de llegar a
un mayor número de personas, especialmente en las regiones apartadas de la capital, y echando mano de los recursos con los que contamos, hemos procurado dedicar espacios para ofrecer este tipo de atención en las visitas que
realizamos a las distintas regiones, con ocasión de los talleres
de acompañamiento. Lo importante en este punto del proceso es sembrar lazos de
apoyo y de confi anza, que más allá de enmarcarse en la relación psicólogo/a – paciente, nos recuerden que no estamos
solos, pues sobrevivimos, resistimos y hacemos parte de la Coordinación Nacional de Víctimas y Familiares del Genocidio
Perpetrado Contra la UP y de la Corporación REINICIAR. Por último, a manera de resumen queremos resaltar otros
ámbitos en los que el equipo psicosocial de REINICIAR abre
caminos para acompañar los procesos de exigencia por los
que todos y todas luchamos. Con la conformación de este espacio de acompañamiento
hemos logrado apoyar y hacer presencia en distintos escenarios de interés para contribuir a nuestros objetivos. Puntualmente, llamamos la atención en esta ocasión sobre la posibilidad de sumar esfuerzos con la Coordinación
Nacional, para la planeación y ejecución de los talleres de
formación, que promueven la refl exión y el conocimiento sobre nuestros propios derechos. 5 Actualmente, el equipo psicosocial de REINICIAR hace parte de distintas coaliciones y mesas
de trabajo que convocan distintas organizaciones de Derechos Humanos.. Así mismo, participamos en la planeación y realización de distintas campañas que promueven el reconocimiento y el apoyo a las víctimas. 38 También, recuperamos en este contexto el hecho de hacer
parte de distintas iniciativas de incidencia, que en coordinación con otras organizaciones, exigimos la creación de políticas públicas que garanticen verdad, justicia y reparación
integral, por los impactos que hemos vivido5. En este sentido, con el propósito de dar a conocer lo que
se ha hecho y lo que estamos haciendo a nivel psicosocial,
nos interesa que nuestros lectores/as tengan una idea más
clara de lo que implica esta modalidad de acompañamiento, al percatarse de que lo psicosocial no solo implica una
atención personalizada, sino que involucra además una coordinación de esfuerzos que busca tener eco y promover
nuestros objetivos a nivel político y social. ® Fotografía talleres Reiniciar 39 NUESTRAS VOCES,
NUESTRA HISTORIA,
NUESTRA RESISTENCIA ¡Queremos crear la capacidad de perder el miedo,
queremos crear conciencia en la sociedad y
en nuestros hijos! Mujer sobreviviente en Antioquia Conocemos una historia ofi cial, la cual ha excluido de sus
contenidos las voces de miles de mujeres y hombres que
tendrían algo diferente y esencial por contar, quizás para
el mejoramiento de nuestra sociedad pero sobretodo para
sincerarnos con nuestra existencia. Este apartado se centrará en las voces e historias compartidas dignamente por parte de varias de las víctimas del
genocidio contra la UP que nos
acompañaron en los talleres psicosociales realizados en el año
2008 y parte de 2009, mostrándonos algo de lo que existe tras
las listas y cifras de las violaciones que han vivido. A continuación se hace un llamado a escuchar
fragmentos
de historias de vida, con sufrimientos profundos pero también
con sueños y fortalezas extraor- 40 dinarias, reivindicando la denuncia como un derecho esencial para hacer visible la magnitud de los acontecimientos. ¿Que si nos duele lo de este genocidio? “Buenos días, mi nombre es Olga. Como no escribo, ni
leo, quiero aportarles algo personalmente, de verdad.
Todas hablaban del trauma, bueno de la psicología,
todo eso. Sabemos todas y todos que eso nos ha afectado demasiado. Yo como persona, como madre de
dos hijos que me asesinaron, yo salí y llegué a la ciudad fue traumatizada, yo no encontraba un camino,
no encontraba una salida”. “Yo personalmente no solo perdí mis hijos sino que perdí el trabajo de treinta y cinco años, que fue mi fi nca,
mis animales… Mi nuera quedó con siete muchachitos ¿Y qué hizo mi nuera acá en la ciudad? aguantar
hambre, pedir limosna, a mí me duele en alma recordar todo eso”. “Tengo once nietos y llegan a mi casa y me dicen:
“mamita danos comida” y yo llego y les pongo el platico de comida. ¿Y qué me dice uno de ellos? “abuelita
tengo más hambre”, y yo le digo “papi usted por qué
come tanto”, y me dice: “ay mami, porque es que en
mi casa me dan comida y yo quedo con hambre”.
Para uno como abuela o como madre: ¡Qué dolor tan
dañino que le da a uno! como que a uno se le destroza el corazón”. “Porque díganme ustedes, si yo tengo once nietos
huérfanos y todos me arriman, todos me piden zapatos, me piden comida, y yo ya de dónde les voy a
dar a todos. En cambio teniendo un papá… aunque
zapatos baratos y comidita, como pobres se las daba.
Por eso les digo ahora que el daño estuvo muy gran- 41 de, estuvo muy perjudicial, porque no solo los perdimos a ellos, sino que nos quedó la herida en nuestros
nietos, lastimándonos”. La violencia dañó… dañó la comunidad
y el liderazgo “Buenos días. Gracias por invitarme a participar. Y claro
que el genocidio afectó a las comunidades ¿y en qué
sentido las afectó? en el sentido que ya los dirigentes
que hacíamos posiciones en la orientación de las organizaciones
como
el resguardo, o como
la junta comunal, ya
no podemos tener el
mismo liderazgo”. “Cuando llegaron los
paramilitares amenazando y acabando
con nosotros se perdió esa capacidad y
ya los que quedaron
no
fueron capaces
de
liderar
las cosas,
de gestionar los recursos, los proyectos, los benefi cios
de la comunidad. Ya se perdió eso porque a unos los
mataron y otros fueron partiendo del sector”. ® Fotografía Pablo Serrano “Por ese estilo, después se descoordinaron todas esas
cosas. Quedaron los resguardos tirados, sin comunicación, sin coordinación. Los resguardos, los gobernadores, los directivos de los resguardos, no pudimos seguir
con nuestro trabajo”. “Y para encimar, como decía hace un rato la señora
Elvira, nos sentimos afectados porque nos quitaron el 42 sueño de estar con nuestros compañeros, con los que
nos rodeaban y con los que estábamos trabajando.
No pudimos seguir con nuestros proyectos… y acá el
proyecto se refi ere a la comunidad porqué habíamos
crecido con ella”. “Si, así es –dice doña Elvira- a mí en lo personal, yo de
verdad lo digo, yo amé y amaré y seguiré amando la
Unión Patriótica, porque fuimos un grupo unido, colaboradores entre todos. Y a veces me preguntan ¿pero
bueno, ustedes con qué se ayudaban? Y yo digo
¿con qué? con nuestro sudor, porque cada uno con
sus parcelitas, cada uno ayudaba al otro, yo aportaba a aquella, aquella me aportaba a mí, aquel me
aportaba a mí, entre todos hacíamos lo que ayudaba
a la comunidad”. ¿Pero cómo se pudo ejecutar un plan para exterminar al grupo político? ¡Pido la palabra! Permítanme brevemente yo les voy a contar: Resulta que aquellos que nos han visto como sus enemigos, aquellos que han mantenido el poder en el Estado
toda la vida, que han manipulado, que han manejado el
Estado, vieron en la Unión Patriótica el peligro más grande
para sus intereses. Y es que después de doscientos años que
han estado organizados en el poder ¿cómo no van a poder
manejar las cosas, cierto? Pues resulta que ellos vieron que políticamente la Unión Patriótica estaba bien desarrollada, que cada día atraía al
pueblo como el imán, que crecía y crecía cada vez más.
Entonces ellos sintieron esa amenaza y se pusieron a ver políticamente cuáles eran los cuadros que más representaban
peligro para ellos, que infl uían para ganar espacios políticos
y que por eso podrían llegar a pasos agigantados hacia el
poder. 43 Fue ahí cuando toda esa maquinaria de
terror empezó a
seleccionar y a atacar a
los
cuadros más honestos, los más
transparentes,
aquellos
que
representaban
un
proyecto
político para el pueblo con un
sentido de esperanza, de solucionar los problemas económicos, políticos, sociales, ¿cierto?,
entonces comenzaron
inmediatamente a asesinar senadores, representantes, los más importantes; inclusive a los líderes
de base, a los líderes sociales,
a los líderes que orientaban e
infl uían también en las masas campesinas, en las masas sociales de los pueblos. ® Fotografía talleres Reiniciar ¿Y hay algo que le quisieran decir a las autoridades ahora? Miren, pues la verdad, nosotros y nosotras les quisiéramos
decir muchas cosas. Pero por ahora y para no extendernos
en cada situación tan solo dejemos que hoy nos presenten
sus exigencias esta joven y esta mamá que nos han venido
acompañando: Ana: Señores del tribunal, este es mi padre, fue desaparecido, se llamaba Cristóbal Vargas, yo quiero que
me digan dónde está, llevamos muchos años buscándolo, y no lo hemos encontrado, dizque está en el río
Magdalena, que ha sido picado con motosierra, que
vamos a encontrarlo, pero entonces cómo armarlo,
yo quiero a mi padre señores, yo quiero que me digan
dónde está, yo necesito, yo quiero que me digan dónde está, yo quiero enterrarlo, él merece ser enterrado, 44 yo quiero que me digan dónde está, quiero a mi padre. Yo estoy sola, yo llevo este dolor sola… María: Señores del tribunal, también yo vengo a denunciar la desaparición de mi hijo, yo sé que en este
tribunal se encuentran fi scales, senadores,
jueces,
y espero que me digan ¿qué hicieron con mi hijo?,
dónde está mi hijo, (¿?), se hacen en verdad que no
saben, quieren que nosotros consigamos toso, pero
aunque les pese, la memoria crece, y seguiremos
buscando lo que nos pertenece, la gente que a mí
me mira y que me ve sonreír, no saben que mi existir
está lleno de tristezas, no saben que en mi alma llevo la huella de aquel pasado, él no se quería ir pero
siempre se lo llevaron, él no sé quería ir y siempre se
lo llevaron”. Aún nos queda esperanza, fuerza y perseverancia, para
continuar apoyando este proceso, para avanzar juntos
y resistir los obstáculos que día a día afrontamos. 45 A pesar de tantas pérdidas hoy no nos encontramos
solos ni solas, estamos unidos y caminamos juntos, organizados, animando a las personas que como nosotros y nosotras se han visto afectadas. Motivándonos
a reiniciar, si no siempre se puede con dinero, sí con
ilusión y afecto. Aún cuando se quedan muchas cosas por decir, afortunadamente, al
igual que Olga, no nos callamos
tras esta portada, continuamos hablando, exigiendo,
aportando. Hasta un próximo encuentro. 46